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jueves, 15 de febrero de 2018

MIÉRCOLES DE CENIZA EN LA PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LA ASUNCIÓN

El Miércoles de ceniza es un día importante para los cristianos porque comienza la Cuaresma, son 40 días desde hoy hasta la Pascua. Las primeras comunidades cristianas, hace ya muchos siglos, los catecúmenos, que se estaban preparando para ser cristianos, entraban a formar parte de la comunidad cristiana en la noche de la vigilia pascual. En estos cuarenta días previos, se creaba como un examen para saber si se estaban convirtiendo lo bastante como para poder ser aceptados en la comunidad cristiana. De ahí viene esta tradición que la Iglesia sabiamente ha sabido adaptar a nuestros días.

 
Es un tiempo importante que no podemos hacerlo rutinario, sino que debemos meditar en lo que significa para los cristianos esta fecha tan señalada. El mensaje del Papa para este año “Al crecer la maldad se enfriará el amor en la mayoría”, recogiendo una cita de San Mateo, nos recuerda que hay muchos peligros y comodidades que nos pueden alejar del sentido real que tienen estos días para nosotros. La iglesia es sabia y a lo largo de estos años nos ha dado estas tres recetas que nos conducen a la verdad: oración, ayuno y limosna. Esto implica, por una parte, tener un rato de intimidad con el Señor, gracias a nuestra capacidad de orar, para entrar en diálogo con Él. Por otra parte, ayunar, siguiendo los preceptos eclesiásticos, pero entendiendo que no es sólo privarse de ciertos alimentos, sino que implica también saber que somos nosotros mismos los que llevamos el control de nuestra vida y tenemos la capacidad de privarnos de ciertas cosas. Y finalmente, compartir, ofrecer nuestra limosna para aquellas personas que más lo necesitan. Dios no quiere estas cosas para nosotros por amargarnos la vida, sino para que tomemos conciencia del momento litúrgico que estamos viviendo previo a la Semana Santa, y que comienza con el gesto de la ceniza en la frente que nos recuerda que frente a Dios que es eterno, nosotros somos frágiles, somos polvo y en polvo nos convertiremos.



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